El Banco de Canadá aplicó el miércoles su sexta reducción consecutiva de tasas de interés, pero desaceleró el ritmo de su ciclo de flexibilización.
El banco central también advirtió que la economía canadiense será “puesta a prueba” si Estados Unidos cumple su amenaza de imponer aranceles generalizados a los productos canadienses, y señaló que hay una mayor “incertidumbre” en su panorama debido a la inminente disputa comercial.
El Banco de Canadá redujo su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, llevando la tasa de política monetaria al 3,0 %. Esta medida era ampliamente esperada por los mercados y la mayoría de los economistas.
La reducción de un cuarto de punto marca una desaceleración en comparación con las dos decisiones anteriores del banco, en las que aplicó recortes de 50 puntos básicos.
Amenaza de aranceles de Trump sobre la política monetaria
Las declaraciones del miércoles ofrecieron poca orientación sobre el futuro de las tasas de interés.
En cambio, el enfoque del Banco de Canadá se centró en la amenaza de aranceles desde Estados Unidos y el impacto de una posible disputa comercial.
“El potencial de un conflicto comercial provocado por nuevos aranceles estadounidenses a las exportaciones canadienses es una gran incertidumbre. Esto podría ser muy perjudicial para la economía canadiense y está nublando el panorama económico”, dijo el gobernador del Banco de Canadá, Tiff Macklem, el miércoles, según declaraciones preparadas.
El banco central advirtió en un comunicado que, “si se impusieran aranceles significativos y generalizados, la resiliencia de la economía canadiense sería puesta a prueba”.
Macklem explicó que aún no está claro cómo reaccionaría la economía canadiense ante estos aranceles, ya que no se sabe qué tan altos serían, qué productos abarcarían y cuánto tiempo estarían vigentes. Además, la respuesta de Canadá a estas restricciones es otra incógnita en las proyecciones económicas.
“No obstante, algunas cosas están claras”, afirmó Macklem.
“Un conflicto comercial prolongado y de gran alcance afectaría gravemente la actividad económica en Canadá. Al mismo tiempo, el mayor costo de los bienes importados ejercerá una presión directa al alza sobre la inflación”.
El banco central cambió su postura de política monetaria de restrictiva a expansiva el año pasado, en medio de señales de que la inflación estaba bajo control y que la desaceleración económica necesitaba apoyo.
Aunque la inflación anual se enfrió al 1,8 % en diciembre, algunos indicadores clave de inflación subyacente, monitoreados de cerca por el Banco de Canadá, mostraron cierta persistencia.
Macklem señaló que, con la inflación de vuelta cerca del objetivo del 2 % del banco central, la política monetaria “está mejor posicionada para ayudar a la economía a ajustarse a nuevos desarrollos”.