El presidente de EE. UU., Donald Trump, volvió a retrasar la imposición de amplios aranceles sobre productos canadienses y mexicanos este jueves. (Evelyn Hockstein/Reuters)
El presidente de EE. UU., Donald Trump, anunció este jueves que nuevamente pospone la aplicación de aranceles sobre algunos productos canadienses, otorgando al país otro respiro de aproximadamente un mes frente a un gravamen del 25 % que podría ser devastador.
Las acciones de Trump son una noticia alentadora para Canadá, dado el impacto negativo que un arancel de esa magnitud podría tener en su economía.
Sin embargo, los acontecimientos de la última semana muestran el panorama que le espera a Canadá en los próximos casi cuatro años: caos, incertidumbre y cambios constantes en las reglas del juego por parte de una Casa Blanca que no sigue las normas comerciales tradicionales.
Aunque Canadá obtiene al menos un alivio temporal de un arancel general que supuestamente estaba vinculado al fentanilo y a la frontera, Trump confirmó este jueves que seguirá adelante con un arancel del 25 % previamente anunciado sobre todas las importaciones de acero y aluminio la próxima semana. Canadá es el principal exportador de ambos metales a EE. UU.
México quedará exento de los aranceles por otro mes, según EE. UU.
Ottawa y las provincias acuerdan flexibilizar la venta de alcohol canadiense
Estos aranceles más específicos siguen siendo una gran preocupación para Canadá. La última vez que Trump impuso tarifas similares a estos metales, las exportaciones canadienses se desplomaron, poniendo en riesgo empleos y negocios. Según datos de Statistics Canada, las exportaciones de aluminio cayeron aproximadamente a la mitad en 2019 debido a las medidas comerciales de Trump durante su primer mandato.
Trump también adelantó que se avecinan problemas para el sector automotriz canadiense, que ayer obtuvo un respiro de los aranceles de su gobierno.
El presidente advirtió que no habrá exenciones para los autos canadienses y mexicanos el próximo mes, cuando implemente lo que él llama aranceles “recíprocos” sobre los países que, según él, se aprovechan de EE. UU.