Mientras muchas empresas canadienses anuncian el regreso al trabajo presencial, los usuarios en internet se preguntan si las oficinas están realmente preparadas para adaptarse a la nueva dinámica laboral postpandemia. Una experta en recursos humanos advierte que aún queda mucho por replantear.
El mes pasado, el Royal Bank of Canada (RBC) envió un memorando a sus empleados anunciando el regreso obligatorio a la oficina (RTO), exigiendo que los trabajadores estén al menos cuatro días a la semana en el lugar a partir de septiembre.
“RBC es un banco impulsado por las relaciones, y la conexión humana en persona es fundamental para nuestra cultura ganadora. Como una de las instituciones financieras más confiables del mundo, tenemos compromisos importantes con nuestros clientes y metas ambiciosas para el futuro. Estamos convencidos de que priorizar el trabajo presencial es vital para nuestro éxito a largo plazo”, dijo un portavoz de RBC a Now Toronto este miércoles.
Otras empresas canadienses como Scotiabank también se han sumado, anunciando un aumento progresivo de los días en oficina “según lo permita el espacio disponible”, formando parte de un movimiento más amplio hacia el regreso presencial en toda América del Norte. Los expertos predicen que más empresas se sumarán en los próximos meses.
“Algunos equipos que cuentan con espacio incrementarán sus días en oficina a cuatro, y otros, limitados por la disponibilidad inmobiliaria, lo harán gradualmente. El objetivo es llegar a cuatro días presenciales en toda la organización. Algunos equipos podrían seguir trabajando mayormente en remoto dependiendo de sus funciones”, dijo un portavoz de Scotiabank.
📉 Pero… ¿las oficinas están listas?
A pesar del impulso al regreso, muchas personas en redes sociales dudan de que las empresas estén realmente preparadas para recibir a sus trabajadores.
“En un empleo reciente… tomaba llamadas en mi escritorio y me miraban mal, o me iba a la cocina y se quejaban del ruido. Me gusta el trabajo presencial, pero obligar a la gente a ir a la oficina solo para hacer llamadas por Zoom es ridículo. Es un comportamiento totalmente fuera de lugar”, escribió un usuario en Reddit.
“Nuestra oficina en Toronto no ha pedido volver precisamente por ese motivo. Ya no había suficiente espacio antes del Covid y ahora hay aún menos”, comentó otro.
“Trabajé por contrato en una de estas empresas que están volviendo. Nadie tenía puesto asignado… Perdía productividad solo buscando dónde sentarme o cambiando de lugar cada vez que iba al baño… Volver a la oficina es una broma total”, agregó otro.
También hay quienes cuestionan el propósito real de regresar, especialmente para trabajos que se pueden hacer en línea:
“Aparte de la microgestión y los jefes tóxicos, no hay ninguna buena razón para obligar a la gente que puede trabajar desde casa a volver a la oficina”, opinó un usuario.
“Mi empresa nos obliga a ir 3 días por semana para ‘colaborar’, pero convirtieron todas las salas de reuniones en oficinas. Así que solo vamos, nos sentamos en el escritorio y hacemos reuniones por Teams. Me encanta perder tiempo en el tráfico y gastar en gasolina solo para hacer lo mismo que hago desde casa”, escribió otro sarcásticamente.
“Sí creo que hay valor en estar en la oficina, pero si voy y paso el día entero en llamadas de Zoom, estaría furioso. Eso es mala gestión”, dijo otra persona.
⚙️ Nuevas dinámicas laborales
Aunque muchas empresas esperan que el regreso presencial mejore la productividad y colaboración, Vanessa Salopek, socia ejecutiva de Salopek HR, advierte que también deben adaptarse a una nueva realidad.
Explica que las dinámicas de trabajo han cambiado mucho desde la pandemia: menos interacción cara a cara, más videollamadas y reuniones en línea.
Además, muchas oficinas redujeron sus espacios físicos durante la pandemia para ahorrar costos, y ahora no están equipadas adecuadamente para la nueva demanda.
“Hay equipos peleando por las pocas salas con buena acústica, mientras otros hacen llamadas desde escaleras, autos o armarios por falta de privacidad. Estas experiencias hacen que la gente cuestione el valor de ir a la oficina”, dijo Salopek.
🛠 ¿Qué deberían hacer las empresas?
Salopek señala que no basta con emitir una orden. Las empresas deben tener un plan claro y estructurado si quieren volver a la presencialidad con éxito.
Ese plan debe incluir:
- Comunicación efectiva con los empleados sobre expectativas y razones del regreso.
- Actualización de políticas y normas internas.
- Evaluación de qué empleados realmente necesitan estar en la oficina.
- Reimaginación del espacio físico: suficientes escritorios, zonas para llamadas virtuales, espacios híbridos.
“Ese momento debe servir para reforzar valores, crear nuevas normas y reconstruir la cohesión. Reintegrar a los equipos remotos y diseñar experiencias presenciales intencionales que generen conexión, confianza y compromiso.”
También advierte que las empresas deben ser más conscientes de las nuevas necesidades de los empleados, como responsabilidades de cuidado, tiempos de traslado y salud mental.
“Antes, estar ‘en el trabajo’ significaba estar físicamente allí. Hoy, los empleados ven el trabajo como lo que hacen, no dónde lo hacen. Son más protectores de su tiempo y energía. Cuestionan los largos trayectos, reevalúan prioridades y buscan empleadores que les ofrezcan confianza, flexibilidad y propósito.”
Finalmente, advierte que las empresas que no se adapten podrían perder talento, ya que los empleados buscarán condiciones laborales que sí se ajusten a su estilo de vida y productividad.
“Cuando obligas a alguien a volver a un espacio que no refleja la realidad actual —ya sea por tecnología obsoleta o cultura de micromanagement— se siente como un retroceso. Por eso ahora la oficina tiene que ganarse el viaje. Debe ofrecer algo que no se pueda obtener desde casa.”